5 Pasos para que tu casa no parezca zona de guerra

 

5 pasos para que tu casa no parezca zona de guerra

 

Ser madre es sinónimo de caos. Ropa, zapatos, juguetes y muchas cosas más son la orden del día cuando entramos a cada habitación de la casa. Parce una zona de guerra. Hay que evitar juguetes minúsculos como minas, pasar sobre montañas de ropa y tratar de no tropezarte con los zapatos tirados en cada rincón. Cada día luchamos con los regueros, la limpieza y el desorden.

Cuando vivía sola los trastes o la ropa sin guardar no eran problemas, pero desde que soy madre ver la cocina, las habitaciones y la casa en general en desorden me pone los nervios de punta. Ahora, después de 6 años con 3 niñas pequeñas, me he dado cuenta de que o vivo o limpio, pero ambas cosas no se pueden llevar en paz.

La casa y los niños siempre tendrán tareas y demandas. Así que comencemos este nuevo año organizando al menos una de estas cosas y que mejor que comenzar por la que no se va a quejar.

 

Organizando el hogar de manera funcional

Las casas tienen, por regla general, unas áreas definidas. Sala, cocina, comedor, baño y habitaciones son, en su mayoría estas áreas. ¿Qué sucede cuando no están organizadas? Dejan de funcionar y se convierten en puntos de acumulación y desorden.

¿Qué podemos hacer para que estas retomen su funcionalidad? Bien, te voy a dar 5 consejos para que tu casa vuelva a tener espacios funcionales.

 

Propósito

Como ya te dije, cada área de tu casa fue creada con un propósito. La cocina, por ejemplo, es el lugar donde se confeccionan los alimentos y el comedor el lugar donde se consumen los mismos. ¿Qué pasa cuando utilizamos la cocina como área de juegos para los niños? Es normal que los niños estén metidos en la cocina junto a nosotras. Muchas veces pasamos mas tiempo en la cocina que en otro lugar de la casa y nuestros niños tienden a orbitar a nuestro alrededor. Esto nos lleva a tener juguetes en el suelo, a que nuestros niños utilicen las ollas y cubiertos como juguetes y a tener que vigilar constantemente cada paso que damos para no tropezarnos. Y en la cocina eso es extremadamente peligroso.


Otro ejemplo es el comedor, el cual muchas veces hace función de mesa de trabajo, de estudio, de acumular todo lo que traemos de la calle y no encontramos donde ponerlo. Al final, la mesa que se suponía era para comer, esta totalmente ocupada y terminamos comiendo en la sala, frente al televisor o peor aún, en las habitaciones. Esto nos lleva a tener trastes, vasos y platos regados por toda la casa y trae otros problemas, como plagas de hormigas, cucarachas y demás.

 

Por esa razón, cada habitación tiene su propósito y debemos respetar el mismo. Una de las cosas que debemos hacer es educar a nuestros niños para que desde pequeños entiendan lo peligroso de jugar en la cocina y la importancia de llevar cada cosa a su lugar. Desde pequeños se le pueden asignar tareas, tan sencillas como poner sus zapatos en su sitio o llevar su vaso al fregadero. De esa forma vamos creando hábitos en ellos y disminuyendo nuestro esfuerzo por que la casa permanezca ordenada.

 

Ya recordamos el propósito de cada habitación, ahora ¿qué hacemos para que este propósito se cumpla?

 

Elementos

Debemos tener las cosas necesarias en los lugares indicados. Me explico aquí, si el comedor es para comer, pero lo utilizamos como mesa de trabajo o estudio, es indicativo que te esta haciendo falta un área especifica para eso. Quizás un pequeño escritorio en una esquinita o una mesa plegable que puedas guardar cuando ya no la estés usando. Ahora otra cosa que promueve el desorden es el exceso de elementos en el lugar.

Con mis niñas aprendí que una mesa de centro con figuras de cristal o loza es sinónimo de juguetes, peligrosos y caros. Así que decidí deshacerme de la mesa y las figuras por mi paz mental. También aprendí a que, a menos cosas, menos regueros. Y que mientras más espacio para guardar tengas, mas cosas vas a tener para guardar. Así que decidí tener lo mínimo y lo necesario.

 

Minimalismo

No soy practicante del minimalismo, pero su filosofía es bastante lógica: Vivir con lo necesario.  Así que, para evitar regueros monumentales, intenta reducir los elementos que los causan.

Volvemos a la cocina. Si cuando te toca fregar sientes que estas en la cocina de un restaurante con 20 mesas, es porque tienes demasiados trastes para la cantidad de personas en tu casa. Que tal si solo te quedas con los platos, cucharas y vasos exactos para cada miembro de la familia. Otra idea es asignar cada pieza a cada persona, así esa persona es responsable de lavar y guardar su plato, su vaso y su cubierto. Aquí podemos comenzar a educar a nuestros niños para que nos ayuden. Quizás fregar su plato a los 2 años no es lo mejor, pero dejemos que lo haga, con nuestra supervisión y vamos haciendo de esto una rutina.

Lo mismo en las habitaciones, verifica que cosas tienes de más. ¿Cómo? Haz un inventario de cada cosa que tienes y trata de recordar cuando la usaste por ultima vez. Si no lo recuerdas, saca el objeto (no tienes que botarlo, puedes guardarlo en cajas y etiquetar las mismas para cuando lo necesites) y sigues así, hasta que solo dejes en la habitación aquellas cosas que realmente usas. Puedes hacerlo con la ropa, los zapatos, relojes, accesorios, etc.

 

Ya tenemos lo necesario y ahora ¿qué hacemos?

 

Fluidez

Una vez que eliminamos el exceso de elementos en nuestras áreas, ahora podemos organizar la misma de manera que fluya. Con menos cosas tenemos más espacios, lo que nos da una sensación de libertad dentro la habitación. Ahora verifica la iluminación, por ejemplo, si es una habitación para dormir, añade cortinas para un mejor descanso. Si es una habitación para trabajar, añade una luz directa a tu área de trabajo. Camina por la habitación y verifica si hay obstáculos que dificulten el trayecto. En el área de juegos de tus niños, por ejemplo, mientras más espacio para correr o moverse mejor. Procura tener un área para que pongan sus juguetes, una mesa o repisas, y un área donde guardar los mismos al terminar. De esta manera no estan tirados en el piso y permiten que ellos puedan jugar sin tropiezos y accidentes.

Otro aspecto importante es la fluidez de la energía. En la sala, coloca los muebles de forma que las personas puedan verse y hablar, ni muy lejos, ni muy cerca. También evalúa el tamaño de los muebles, ya que, si son muy grandes, van a estorbar el paso y si son muy pequeños, se van a perder en el mismo.

Por último, elimina los muros que haya entre las habitaciones. No, no te estoy diciendo que tires las paredes, si no que elimines los muebles, mesas, tablilleros o otras cosas que impiden el campo visual entre un área y la otra. Un ejemplo de esto es, si tu sala, cocina y comedor están hechos de modo abierto [open concept] elimina cortinas, mesas o tablilleros altos entre las habitaciones. Todo esto va a darte un sentido de fluidez y comunión entre cada área de tu casa. Lo próximo que vas a hacer, es personalizar cada área.

 

Personaliza

No hay nada mejor que estar en un espacio en el que sentimos que pertenecemos. ¡Es tu casa! Si te gustan las plantas y las cosas que evoquen la naturaleza, como fuentes y elementos en madera utilízalos para darle un toque especial a esa área. Recuerda que menos, es más, así que utiliza piezas pequeñas que den un toque sutil. Otra idea es colocar artículos que te motiven y te inspiren. Puedes colocar cuadros con frases motivadoras, fotos de tu familia o espejos (para ver lo hermosa que eres cada día). También recuerda que los colores alteran nuestras emociones. Así que, si quieres más energía en alguna habitación (como la cocina) utiliza colores alegres y cálidos, ahora si quieres paz y tranquilidad, utiliza colores fríos y tenues.

Puedes comprar canvas en blanco o hacerlos tu misma con papel blanco, tela o cartulina y dejar que tus niños pinten con sus manos, luego colocar sus obras de arte en la sala o sus habitaciones. Lo importante es darle ese toque especial y personal para que puedas disfrutar tu hogar.

 

Disfruta

Ya le diste un propósito a cada lugar, colocaste los elementos necesarios para la funcionalidad de este, lograste que la energía fluyera por la habitación y le diste tu toque personal. ¿Qué nos queda? Disfrutar nuestro hogar. Una vez hayas hecho estas cosas, te darás cuenta de que mantener las áreas recogidas y organizadas, ahora será mas sencillo y lo disfrutaras más.

Por último, que tal si creamos un espacio para ti, mamá. Un lugar único y especial en el que puedas recargarte de energía y serenidad. Un lugar en el que puedas organizar tus ideas, definir tus metas y planear la manera de lograrlas. Si te interesa esta idea, te invito a que leas [Creando tu espacio] y no te pierdas la nueva temporada de Mama al 100pr el podcast.

 

Antes de irte, te dejo un regalito. Puedes bajar aquí 25 frases de inspiración y motivación para ir trabajando en ese espacio que vas a crear solamente para ti.

 

 

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