Así me amo

Autoestima, amor propio. Un concepto que nos repiten desde la infancia. Nos dicen que debemos tener una buena autoestima, que debemos amarnos y aceptarnos tal cual somos. Nos hablan de cómo la percepción de nosotras mismas debe ser siempre la mejor. Y uno intenta entender.

Todas como mujeres hemos pasado por diversas situaciones que menoscaban nuestra autoestima. Desde niñas somos señaladas por nuestros defectos o rasgos físicos. Nos llaman gordita, flaquita, jinchita, negrita, greñua, prieta, cachetona y podemos seguir la lista. Muchas veces lo hacen con amor, pero otras veces amor es lo menos que sentimos. En especial cuando comienzan a llamarnos boba, lenta, llorona, histérica, changuita, ñoña, etcétera, etcétera, etcétera. Y no nos damos cuenta de cuánto daño nos hace hasta que comenzamos a tener conciencia, hasta que empezamos a alejarnos, encerrarnos, enejenarnos del mundo buscando no ser observadas ni juzgadas por ser nosotras. Y llega la adolescencia, esa etapa donde el mundo se nos viene encima y no entendemos porqué. Y comienza la presión de grupo, los amores, las comparaciones, el juego de hormonas que nos vuelve locas. Y nos sentimos menos, feas, inmerecedoras de atención. Y en esta etapa es bien importante el ejemplo. Es aquí donde miramos a nuestras madres y aprendemos como manejar las situaciones, para bien o para mal.
Es aquí donde aprendemos a callar cuando nos gritan y nos humillan o a defendernos. Es aquí donde aprendemos a reírnos de nosotras mismas y aceptarnos o a hacer un drama y deprimirnos. Aquí aprendemos a arreglarnos y vernos hermosas o a descuidarnos y escondernos de las miradas. Nuestras madres son nuestras maestras, nuestro estándar y ejemplo a seguir. Pero, ¿cómo enseñamos una autoestima saludable si no lo hemos aprendido? Y así nos sumergimos en un ciclo del que muchas no podemos salir. Y venimos de madres con poca autoestima y criamos hijas con poca autoestima y así continuamos hasta que llegamos a ese momento donde la vida nos empuja a decidir seguir rodando dentro del ciclo o frenarlo y salir de ahí.
Lamentablemente eso ocurre muchas veces luego de que la vida te golpea hasta dejarte en el piso. Luego de una relación de abuso y humillaciones, luego de una condición de salud por descuidarnos físicamente, luego de una gran depresión que nos impide vivir con "normalidad". Otras veces nos vemos reflejadas en nuestras hijas y observamos con horror y terror como ellas van por el mismo camino que ya nosotras hemos andado y es ahí cuando gritamos ¡BASTA!
Y nos paramos frente al espejo, con la luz encendida y los ojos bien abiertos. Y miramos el reflejo de una desconocida, porque apenas nos mirabamos. Y comenzamos por los defectos. Vemos las libras de más (o de menos), los signos del paso del tiempo, las imperfecciones y se nos van quitando las ganas de querernos. Pero recordamos porque nos paramos frente al espejo y comenzamos nuevamente. De repente comenzamos a ver nuestra belleza de adentro hacia afuera. Comenzamos a sentir un brillo crecer dentro de nosotras que nos ilumina y nos permite observarnos con otros ojos. Nos vemos como somos en realidad. Hermosas por el simple hecho de ser mujer, inteligentes, valientes, valiosas, confiables, bondadosas, trabajadoras, fuertes, protectoras. Nos encontramos a nosotras mismas, nos hallamos y nos empezamos a conocer. Nos perdonamos y luego de muchas lágrimas y corajes y peleas, nos amamos. 
Mujer ejemplar no es fácil hallarla; ¡vale más que las piedras preciosas!
Proverbios 31:10 DHH94I

Cuando la madre del rey Lemuel pregunta quién hallará una mujer ejemplar (valiente, valiosa, virtuosa) y nos da la lista de atributos que está debe tener, realmente nos está dando una guía para que hagamos un viaje a nuestro interior y veamos cuan importante somos. Y como mujer de gran sabiduría nos advierte desde el principio que ese viaje no es fácil pero vale la pena, porque al final la recompensa no tiene precio. 

Amate y si aún estás en esa travesía, tratando de hallar a esa mujer Valiosa te deseo Fortaleza, Valor y Éxito para que al final no temas en gritar ¡asi me amo! 

KVO
2/5/2020



Comentarios

Entradas populares de este blog

Soy Mamá de un ángel en el cielo. Pérdida Perinatal, ¿cómo enfrentar el dolor de perder un hijo?

Un dia en familia por Ciales

Cuando mama se siente abrumada