Cancer con M de Mujer

Cáncer, palabra que ninguna de nosotras quisiera escuchar en su vida, pero lamentablemente todas la hemos tenido cerca. 
El cáncer es la primera causa de muerte en Puerto Rico tanto en hombres como en mujeres. Siendo el cáncer de mama el principal en la población femenina. Todas conocemos alguna mujer que haya pasado por esta enfermedad. Desde compañeras de trabajo hasta familiares y lamentablemente son muchas las que han visto a su progenitora luchar contra este mal. 

Yo vi a mi abuela padecer y morir por causa del cáncer. Pero lo que más me entristeció fue ver a mi madre consumirse física y mentalmente por brindarle la mejor calidad de vida a abuela en sus últimos días. La vi bajar 100 libras en par de meses, la vi apagarse y llorar. La vi agotada, cansada y sin sueño. Abuela fue una mujer guerrera hasta al final, enterró varios hijos, incluyendo una hija (mi tía) quién murió justamente por cáncer de mama para la década del 80. Siempre cuido de su familia. Su casa siempre estaba llena, era la parada obligada para todos los nietos realengos quienes pasaron sus años de adolescencia hospedandose con ella. Esos años en los que uno no soporta a sus papás y ellos no saben que más hacer con uno. Mamita, una mujer pequeña y de grandes caderas, haciendo honor a su raza negra. Todo el que la conoció la amo y la gozó hasta su último día. Fuerte de carácter y autónoma, nadie supo su condición hasta el final, cuando ya no lo podía ocultar más. Siempre dijo que no quería ser una carga para su familia.

Y cómo ella, muchas. Cuántas veces pasamos por alto las señales de alerta que nos da nuestro cuerpo porque no tenemos tiempo de enfermarnos. Cuántas veces visitamos más al pediatra que a nuestro médico. Cuántas peleamos para que nuestros hijos se alimenten bien, mientras nosotras comemos las sobras y hacemos desarreglos. Cuántas no peleamos para que suelten los aparatos eléctronicos pero no salimos a caminar ni a la casa de enfrente. Cuántas sabemos que tenemos que descansar y sacar tiempo en paz, pero sabemos que como madres descanso es igual a desastre. En fin, nosotras mismas saboteamos nuestra salud y abandonamos nuestro bienestar por el de nuestros hijos y familia.
Pero, ¿qué podemos hacer? Primero, querernos. Demostrarnos amor y valorarnos. Debemos ir al médico una vez al año y hacernos todos los laboratorios. Debemos aprender a observar nuestro cuerpo y poder distinguir alguna anomalía en él. Debemos tocarnos, los senos, la piel, observar nuestra zona vanigal. Debemos dejar los malos hábitos como fumar. Comer más saludable y hacer actividad física a diario.
No dejemos que la C de cáncer se apodere de nuestra M de Mujer, de Madre. Vivamos nuestra vida siempre al máximo, siempre al 100.

KVO 
1/29/2020

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